Alvarado D.* Thamar-Torres O.**
Nombre: Wolverine
Especie: Canina
Sexo: Macho
Edad: 7 años
Raza: Rottweiler
Peso: 60 kg
Ingresó a consulta neurológica un paciente tetraparésico,
no ambulatorio, con historial de haber sido vacunado y desparasitado únicamente
cuando era cachorro. Sin historial de enfermedades previas relevantes al caso, inició
con debilidad en los miembros pélvicos, y luego de 24 horas mostraba
incapacidad para incorporarse en cuadripestación.
Alteraciones
en el examen físico general: vejiga plétora al palpar abdomen.
Alteraciones
en el examen neurológico: cuadro multifocal con tetraparesia de grado 4, ausencia
de reflejo flexor y nocicepción superficial en los miembros torácicos,
propiocepción ausente en los 4 miembros y vejiga neurogénica con síndrome de
NMA (Neurona motora alta).
Micción:
Incapacidad para orinar voluntariamente.
Alteraciones hematológicas:
leve neutrofilia 72% (Normal 60-70%), asociada a estrés o inflamación.
Exámenes complementarios: Se
realizó una punción de LCR, pero no se obtuvo muestra viable. Se realizó un
urianálisis, el cual evidenció un proceso inflamatorio con cilindruria,
leucocitos, eritrocitos, proteinuria y presencia de bacterias. No se detectaron
anormalidades tanto en el perfil hepático como en el perfil renal.
Diagnóstico presuntivo: Poliradiculoneuritis
aguda canina
Diagnósticos diferenciales: Toxoplasmosis,
neosporosis, botulismo, distemper canino.
Tratamiento: Se inició
antbioterapia combinada con Ceftriaxona 22 mg/kg BID IV y Trimetoprim
Sulfametoxazol 20 mg/kg BID SC, terapia analgésica con tramadol 2 mg/kg BID IV,
antiinflamatoria con meloxicam 0.2 mg/kg SID SC, terapia antioxidante con
vitamina E 1000 UI PO SID y ácidos grasos PO SID, diazepam 0.2 mg/kg SID IV
como relajante, bromuro de propantelina como dilatador de las vías urinarias y
facilitar el vaciamiento de vejiga. Durante 8 días se mantuvo con sondaje
uretral, la cual fue suspendida luego de dicho período de tiempo para evaluar
el vaciado voluntario de vejiga.
EVOLUCIÓN DEL CASO: Durante
los primeros 8 días, el manejo consistió en sus medicaciones puntuales, chequeo
de sonda uretral cada 2 horas y confinamiento en jaula. Durante el sondaje
uretral se determinó que la uretra se mantenía parcialmente obstruida, ya que
la sonda no pasaba con facilidad. Se le realizó un ultrasonido y se observó una
posible hiperplasia prostática, la cual dificultaba el paso de la sonda a dicho
nivel. Dicha condición complicó el manejo de la sonda. A las 48 horas del
manejo inicial, luego de las cuales se planeaba realizar una resonancia
magnética si no se evidenciaba mejoría clínica, el paciente recuperó el reflejo
flexor y nocicepción de los miembros torácicos, evolucionando a una paresia
grado 3. Con el transcurrir de los días de hospitalización el paciente fue
mejorando clínicamente, hasta el punto que a los 7 días el paciente se lograba
incorporar por su cuenta, recuperando cierto grado de propiocepción en los 4
miembros y el tono muscular. Sin embargo, la vejiga continuó de difícil
vaciamiento hasta el día 10. Luego de 12 días de hospitalización, el paciente
fue dado de alta hospitalaria y se envió a casa con la antibioterapia recibida
en el hospital por 15 días, terapia antioxidante por tiempo indefinido y
dilatador de vías urinarias por 2 días.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA:
La poliradiculoneuritis aguda idiopática (APN por sus siglas en
inglés) es posiblemente la polineuropatía más común en perros. Aunque la
patogénesis no se conoce con certeza, se sospecha de un proceso autoinmune. En
ocasiones hay historial de mordedura o arañazos de mapaches, pero en la APN, el
término idiopático se utiliza en aquellos pacientes que no han sido expuestos a
mapaches. Estudios recientes han demostrado que los perros con APN tienen más
anticuerpos IgG para Toxoplasma gondii
que perros control, lo cual podría sugerir a T. gondii como un posible agente etiológico. (Dewey &
da Costa, 2016)
Una respuesta inmune puede desencadenarse con el agente, el cual es
antigénicamente similar a los epítopos en la mielina nerviosa periférica de los
nodos de Ranvier. Un estudio realizado ha sugerido la posibilidad que Borrelia burgdorferi este involucrada en
la aparición de la enfermedad (Holt, Murray, Cuddon, & Lappin, 2011)
El cuadro típico de APN manifiesta una progresión rápida de
paresia/plegía de neurona motora inferior (NMI) que inicia en miembros pélvicos
y luego progresa a miembros torácicos. La mayoría progresa a ser no
ambulatorios dentro de los primeros 10 días que inician los signos. Los
reflejos espinales suelen estar ausentes. Los pacientes suelen mantener la
habilidad para orinar y defecar, aunque en algunos eso sea difícil por la
incapacidad para posicionarse. (Tiley & Smith, 2011)
La meningoencefalitis de origen viral es la infección más común
encontrada en el SNC, específicamente el distemper canino (Paramyxovirus) en perros. Signos multifocales de encefalopatía son comunes
y los perros maduros de más de un año de edad suelen desarrollar una enfermedad
desmielinizante inflamatoria de la materia blanca que afecta el tronco
encefálico, cerebelo y médula espinal. Estos suelen desarrollar cuadros
cerebelovestibulares y de disfunción medular. (Dewey & da Costa, 2016)
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
La poliradiculoneuritis aguda idiopática (APN por sus siglas en
inglés) es posiblemente la polineuropatía más común en perros. Aunque la
patogénesis no se conoce con certeza, se sospecha de un proceso autoinmune. En
ocasiones hay historial de mordedura o arañazos de mapaches, pero en la APN, el
término idiopático se utiliza en aquellos pacientes que no han sido expuestos a
mapaches. Estudios recientes han demostrado que los perros con APN tienen más
anticuerpos IgG para Toxoplasma gondii
que perros control, lo cual podría sugerir a T. gondii como un posible agente etiológico. (Dewey &
da Costa, 2016)
Una respuesta inmune puede desencadenarse con el agente, el cual es
antigénicamente similar a los epítopos en la mielina nerviosa periférica de los
nodos de Ranvier. Un estudio realizado ha sugerido la posibilidad que Borrelia burgdorferi esté involucrada en
la aparición de la enfermedad (Holt, Murray, Cuddon, & Lappin, 2011)
El cuadro típico de APN manifiesta una progresión rápida de
paresia/plegía de neurona motora inferior (NMI) que inicia en miembros pélvicos
y luego progresa a miembros torácicos. La mayoría progresa a ser no
ambulatorios dentro de los primeros 10 días que inician los signos. Los
reflejos espinales suelen estar ausentes. Los pacientes suelen mantener la
habilidad para orinar y defecar, aunque en algunos eso sea difícil por la
incapacidad para posicionarse. (Tiley & Smith, 2011)
La meningoencefalitis de origen viral es la infección más común
encontrada en el SNC, específicamente el distemper canino (Paramyxovirus) en perros. Signos multifocales de encefalopatía son
comunes y los perros maduros de más de un año de edad suelen desarrollar una
enfermedad desmielinizante inflamatoria de la materia blanca que afecta el
tronco encefálico, cerebelo y médula espinal. Estos suelen desarrollar cuadros
cerebelovestibulares y de disfunción medular. (Dewey & da Costa, 2016)
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
La aparición aguda del cuadro neurológico, la cual inició con
debilidad muscular de los miembros pélvicos, y la rápida progresión a
tetraparesia en menos de 24 horas hizo que se sospechara inicialmente de una
poliradiculoneuritis aguda idiopática. Sin embargo, durante la historia clínica
resaltaron algunos puntos clave: el historial de vacunas incompletas luego del
año de edad, la alimentación ocasional con carne cruda, el área boscosa donde
vivía el paciente y la convivencia con otros animales sugirió un proceso
infeccioso a nivel de SNC. Por dichas razones, se inició con una antibioterapia
con trimetoprim sulfametoxazole, el cual además de poseer un amplio espectro de
acción, es capaz de combatir una infección con T. gondii. La rápida respuesta a los medicamentos utilizados (48
horas) permitió confirmar aún más las sospechas de una APN asociada con una
meningoencefalitis de origen viral por el carácter progresivo del cuadro.
Pacientes con APN suelen recuperarse en su mayoría, aunque esto puede
tomar desde varias semanas a meses (Dewey & da Costa, 2016) . En el paciente
estudiado, aunque fue dado de alta hospitalaria luego de 12 días, su
recuperación continúo por 15 días más, tiempo en el cual manifestaba una ligera
debilidad muscular en casa y deambulación sin alteraciones. Aunque la mayor
parte de pacientes con APN no manifiestan alteraciones para eliminar las heces
y orina, el presente caso presentaba una vejiga de difícil vaciamiento, lo cual
podría contradecir otras fuentes bibliográficas. Sin embargo, vale la pena
remarcar el hecho que en el urianálisis se haya encontrado leucocitos,
eritrocitos, cilindruria y presencia moderada de bacterias, la cual sugiere un
proceso inflamatorio en la vejiga. Además, se debe de añadir que el paciente sufría
de hiperplasia prostática, la cual dificultaba el paso de sonda uretral y el
vaciamiento de la vejiga por sí mismo.
CONCLUSIONES
Pacientes con cuadros neurológicos multifocales de carácter progresivo
deben de ser sospechosos a polineuropatías y deben de ser manejados
intrahospitalariamente para observar la evolución con el tratamiento instaurado
de forma objetiva.
Una completa anamnesis, tanto en pacientes neurológicos como aquellos
que no lo son, son útiles para obtener la mayor cantidad de diagnósticos
presuntivos y diferenciales que permitan elaborar un plan de acción a corto,
mediano y largo plazo. La anamnesis del paciente ingresado fue clave para
obtener un diagnóstico presuntivo y elaborar una terapia que permitió abarcar
todas las posibilidades.
Las ayudas diagnósticas deben de ser utilizadas de manera rutinaria en
los casos que lo ameriten. Sin embargo, en aquellos casos en los cuales no se
pueda contar con dichas pruebas, es válido y necesario instaurar un tratamiento
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Dewey, C. W., & da Costa, R. C. (2016). Practical guide to
canine and feline neurology. Iowa: Wiley Blackwell.
Holt, N., Murray,
M., Cuddon, P. A., & Lappin, M. R. (2011). Seroprevalence of various
infectious agents in dogs with suspected acute canine polyradiculoneuritis. J
Vet Intern Med, 261-266.
Tiley, L. P.,
& Smith, F. W. (2011). Blackwells fine minute veterinary consult:
canine and feline. Iowa: Wiley Blackwell.